lundi 1 décembre 2014


La tormenta ha empezado,
los pájaros se cansan de cantar
y el fuego se levanta a grandes fieras
sobre arboles de un bosque eterno

Torbellinos perdidos sin camino
sin valores, que cambian de acera
por la hora, hora de no saber si es hoy
un vida propicia

Lo que no hay nunca es propicio para sentirse
a gusto consigo mismo

Los perros se van, se acerca una guerra,
las arcas se construyen, se reservan lagrimas,
el hombre se esconde y salen las palabras
que dicen de él y de su lujuria

Y si acaso tiembla, el café seguirá siendo,
sereno e inevitable café hasta que el viento
esfume.

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